El destino de Júpiter
No, no, no, no, no, no, no, no, no. Lo siento, pero esto es un desastre de película. Desde cuando vi el trailer no estaba muy seguro, así que no llevaba grandes expectativas. Y, aún así, Lana y Andy Wachowski—quienes escribieron y produjeron la cinta—lograron destrozar y masacrar cualquier módico de esperanza que hubiera podido haber quedado en mi.
Pasados los primeros cinco minutos la trama empieza a caer, y quizá después de la primera media hora hora ya va decididamente en picada. A veces la gente en el cine se reía, pero no era claro si por o de lo que estaba viendo. La película no es confusa, ella misma está confundida. Nada hace mucho sentido y la trama está llena de huecos. La última media hora yo ya sólo pedía que acabara eso.
Crédito: Warner Bros
Evaluación feminista
No pondré sección de spoilers, porque no creo que haya forma de arruinar aún más la película. Ésta es toda la trama de la película: algo extraño/confuso pasa, Júpiter está en apuros, Caine llega volando a salvarla; y luego lo mismo otra vez, y luego otra vez, y luego otra vez, yyyyy luego otra vez. Fin.
De los posters—con Mila de frente al centro y no sexualizada, ¿han notado lo raro que es ver a una mujer así en un poster?—y un poco del trailer tenía una leve muy leve esperanza: ¿será acaso el inicio de una nueva heroína de la ciencia ficción? Pero no, Júpiter no es ninguna heroína, ella sigue siendo la misma princesa en apuros de siempre.
Diantres, Wachowski, ustedes nos trajeron a Trinity. ¿Era de verdad Júpiter lo mejor que ahora se les pudo ocurrir?
— Juan